Y ¿si fuera ella?. Aunque a veces no te importe.
Pero sé que el día que la pierdas volverás a sufrir. Por ella, que aparece y que la esconden. Que sus beneficios se omiten, en una Cumbre del Clima patrocinada por aquellos que más CO2 y publicidad emiten.
Que es pregunta y es respuesta. Que es problema y solución. Y que pocos ponen el foco en su gran capacidad de mitigación.
Ella, que va conmigo pero no sé dónde va, cuando cada uno en este sector emite mensajes sin coordinación, sin estrategia ni unión. Como si fuera rival, aunque es compañera. Que está tan dentro de nuestra vida. Y, a la vez, está tan fuera.
Sé que volverás a perderte. Y la encontrarás de nuevo. Pero con otro rostro y otro nombre diferente: agricultura sostenible, ganadería extensiva o agricultura de conservación. Pero sigue siendo ella.
Y si tu boca se equivoca. Y al llamarla nombrarás a otra, llamando leche a bebidas que no lo son, llamando carne a pedazos de moléculas sin origen ni pastor.
A veces siento compasión por ese ciego y loco corazón. Por esos mensajes simplistas y emocionales, sin fundamento ni razón.
Nuestro delito es la torpeza de ignorar a quien sólo tiene fe y corazón. Y va quemando, va quemándome y nos quema…la reputación. Y, ¿si fuera ella?.
La agricultura y la ganadería, como solución.
Madrid te regala imágenes que de prosaicas invitan a la poesía. Jueves, de una mañana cualquiera, a escasos metros de las puertas de un colegio. Me adelantan a paso ligero un abuelo con su nieto de la mano. “Sabes, ayer la profe nos enseñó la foto de una viña y fui el único de la clase que sabía lo que era. Le dije que mi abuelo era agricultor y que alguna vez había ido a vendimiar subido en el tractor”, dijo el pequeño con ese orgullo pueril que nos eleva al sentirnos protagonistas por un momento.
El abuelo esbozó media sonrisa y me recordó a esos héroes cansados de Pérez Reverte que pelean cada día sin que nadie esté mirando, que hace tiempo que perdieron la fe y la inocencia porque saben, que la mayoría de las veces, el sacrificio ha sido inútil. Y que como esos Alatristes del XVII, ya no luchan por una bandera, una ideología o un dios, sino por mera ética personal.
Resulta extremadamente injusto que aquellos que han cultivado durante todo una vida valores tan olvidados como el esfuerzo, el sacrificio y el compromiso, hayan tenido que abandonar a la vejez su pueblo natal para ayudar a sus hijos y nietos con una de las pensiones de jubilación más bajas del sistema. Algo estamos haciendo mal cuando en los colegios de las grandes ciudades se imparte "Science" en inglés pero con casi 10 años no se tiene ni idea de qué es una vid, en el país con la mayor superficie de viñedo del mundo. Algo estamos haciendo mal cuando de niño te sientes orgulloso de la profesión de tu abuelo, pero en la adolescencia te identificas mucho más con Cristiano Ronaldo o un "youtuber" al que le ríen las gracias más de 4 millones de jóvenes por llamar putas y zorras a las mujeres mientras muestra sus habilidades con algún juego de la Play. Algo estamos haciendo mal cuando tratamos con desdén a la mano que nos da de comer.
Cuando amplié la foto, en la mochila naranja que llevaba al hombro se podía leer: “Conocer la Agricultura y la Ganadería”, como si el destino hubiese querido que aquella mañana, a pie de asfalto, el abuelo agricultor tuviese las respuestas.
Sirva este post como un pequeño homenaje a todos esos abuelos agricultores, verdaderos sabios de la tribu, que se han pasado la vida sembrando y no siempre han recogido.
La mochila naranja que se observa en la foto forma parte de los materiales divulgativos del proyecto "Conocer la Agricultura y la Ganadería" que Editorial Agrícola Española está desarrollando en los colegios de la Comunidad de Madrid.
Quizá no es casual que el candidato ideal estuviera caminando por el monte, entre olivos, cuando recibió la llamada de Sánchez. Era casi un milagro encontrar en tiempo récord un ministro/a de Agricultura que no fuera de la corriente susanista, que encajara en la cuota de paridad y territorial, que conociera Bruselas más allá del Manneken Pis y que supiera explicar en 30 segundos qué es el principio de subsidiariedad aplicado a la PAC.
Decía Faulkner que la inteligencia es el poder de aceptar el entorno. En la actual coyuntura, hay más de 40.000 millones de razones para no arriesgar. Con su elección, Sánchez ha contentado a propios y extraños. Y es que Planas pretende representar lo que el flamante Jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el consultor político Iván Redondo, denomina liderazgo "antifragil". Una nueva forma de liderar en la era digital que conjuga participación y transparencia con control y seguridad.
Planas hizo un discurso de raya diplomática. Breve, directo, enumerando los argumentos para que todo quedara más claro y estructurado, en esa obsesión por el orden que muchos de los que lo conocen bien subrayan. La única concesión al superlativo la utilizó a la hora de referirse al equipo técnico del Ministerio, “la joya de la corona de de la administración española”. Fue predecible a la hora de confirmar las expectativas, eligiendo aquellas palabras que gustan al sector: pasión, diálogo, PAC, trabajo, profesionalidad y eficacia. Para finalizar con una tímida licencia retórica: "hacer grandes las coincidencias y pequeñas las diferencias".
García Tejerina conectó de verdad con el auditorio cuando fue Isabel. Tras el preceptivo argumentario de partido; "recibimos una España y estamos satisfechos de entregar una mejor", la ex-ministra se emocionó visiblemente cuando dirigió unas palabras de sentido agradecimiento a su secretaria. Abandonó por un momento la austera educación emocional castellana, para retomarla a renglón seguido a la hora de repasar la principales cifras macro que avalan su gestión. Aunque en los últimos tiempos ha coqueteado con el perfil más político, en Tejerina suena impostado. Es más eficaz en el "storydoing· que en el "stoytelling". (Quizá por eso no se ha sentido nunca cómoda con los variopintos directores de comunicación que han pasado por el Ministerio durante la última etapa). Con una comunicación mejorable, Isabel y su equipo se han ganado el respeto de un sector complejo y diverso mejorando la interlocución directa, dando pasitos en transparencia y reduciendo la brecha entre promesa y experiencia. "Lo robusto aguanta los choques y sigue igual; lo antifrágil, sin embargo, mejora", sostiene Iván Redondo.
Tejerina y Planas, dos caras de una misma moneda: la tecnocracia. La ex-ministra traía de serie la seguridad y el control, y quiso avanzar en diálogo y transparencia. Sin ser consciente de ello, se quedó a medio camino en eso que el nuevo "fontanero" estrella de Moncloa denomina liderazgo anti-frágil. Planas tiene poco tiempo por delante para demostrar que ese posicionamiento tiene más de realidad que de marketing político. Por el momento, de las tres emociones básicas de una campaña política, su nombramiento lo ha posicionado en la más positiva: no provoca miedo, no genera rechazo y sí esperanza. Las últimas dos ministras de Agricultura de un gobierno socialista no tuvieron esa ventajosa posición de partida.
Suerte y aciertos.
Cuando el olor a tierra mojada te recuerda lo que eres. Cuando durante el año de Erasmus en Roma siempre subrayabas que, en realidad, todos los caminos llevan a la cooperativa de tu pueblo. Cuando miras y te miran y piensas que ese instante debería ser Indicación Geográfica Protegida. Cuando te lamentas porque los tomates, las canciones de Sabina y los pollos de "corral" han perdido su sabor. Cuando quieres vivir una experiencia virgen extra y desayunas con ella y un toque de aceite de oliva. Cuando te dejan con la miel en los labios y miras la etiqueta. Cuando dejas de creer y te ponen una de ibéricos... Sin pretenderlo, en esos momentos estás sentando las bases de un gran periodista agroalimentario.
Lo sabemos. Es difícil aspirar a un premio Pulitzer cuando publicas el mejor reportaje de investigación del mundo sobre arrendamientos rústicos. Es verdad, nunca conectarán contigo en directo en horario de prime-time para que des la última hora sobre los avances en inseminación artificial en cerdas reproductoras, ni Marca llevará tu crónica a portada aunque hables del golazo del aceite de oliva español al italiano. No premiarán tu labor como corresponsal en la guerra del tomate hispano-marroquí ni se harán selfies contigo en el aeropuerto tras tu última exclusiva sobre las previsiones de cosecha de cereales en Castilla y León.
Sí, llevamos al extremo lo de informar con los pies en la tierra. Entre pan y circo, en este sector apostamos por lo primero. Utilidad y relevancia como señas de identidad para aportar valor real a la comunidad agroalimentaria a la que servimos. Y eso redunda en el respeto y consideración de las gentes del campo. Una especialización que facilita la toma de decisiones a los que cada día exponen su trabajo encima de tu mesa y evita falsos mitos en torno al sector agrario y la alimentación.
Para ayudarte en este camino, la Asociación Española de Periodistas Agroalimentarios (APAE) y la Universidad San Jorge han abierto el plazo de inscripción de la II edición del único "Título de Experto en Información y Comunicación Agroalimentaria" de nuestro país. La información y la comunicación agroalimentaria han adquirido en los últimos años una importancia creciente debido a circunstancias como el protagonismo de la Política Agraria Comunitaria (PAC), la multiplicación de la información sobre crisis alimentarias, el incremento del interés público por cuestiones relativas a la agricultura y la alimentación y el desarrollo de la industria agroalimentaria, que por un lado genera más información especializada y, por otro, demanda especialistas en gestión de comunicación corporativa.
Es una opción más. Al menos valoralá. En este sector siempre será más fácil dejar un "buen sabor de boca".
Más información sobre el Título de Experto en Información y Comunicación Agroalimentaria
Concluye un año en el que los linces ibéricos decidieron “hacer el amor” en La Mancha de forma salvaje: 49 nuevos cachorros, registros inimaginables hace una década. Cuando eres una especie en peligro de extinción debe ser especialmente intenso que te susurren al oído “házmelo como si fuera la última vez”. A National Geographic le hubiese faltado tiempo para realizar un especial monográfico si este hito se hubiera producido en la exótica Isla de Samoa. Pero no, ha tenido lugar en el Campo de Calatrava. Es como si el espectáculo fuera inverosímil en un monte bajo de Ciudad Real. Aún así, me gusta pensar que el mundo entero quiso brindar por ello y por eso se alcanzaron cifras récord de exportación de vino manchego: 11 millones de hectólitros durante la última campaña.
Los últimos doce meses también nos demostraron que el mejor escudo de una ”guerrera” es un patito, que se puede hacer historia con coleta y medidas altas y que para ser el mejor equipo de balonmano femenino de Castilla La Mancha “sólo” se necesita una cantera como la del Retamar. Que esperamos demasiado para homenajear a la buena gente, que Gregorio Delgado ya será, como mínimo, Vicepresidente del Atlético San Pedro y que, puestos a sentirnos especiales, cada uno declararía la república independiente de su casa.
Yo me quedo con mi pequeña gran revolución. Con esa vocecita, tierna y esponjosa, que por primera vez dijo “papá”. Con su mirada, cuando abre tanto los ojos que la realidad se le queda pequeña para llenarlos. Con mi nueva versión 4.0, que actualiza el significado de las palabras ternura, lucidez y generosidad. Con los momentos que saben a “Miguelitos” de la Roda.
Mis mejores deseos para el nuevo año.
Un abrazo.
Aquella mañana se levantó a las 3:30h de la madrugada para atender a sus ovejas antes de cruzar casi toda la península para presentar un Seminario estatal sobre olivar en Mérida a las 12:00 del mediodía. Unos kilómetros antes de llegar a la ciudad extremeña paró el coche cerca de una explotación ganadera y se lavó el cuerpo y la cara en uno de los bebederos para los animales. Después, se puso una camisa y un pantalón limpio. Llegó puntual, cinco minutos antes que el propio consejero de Agricultura extremeño. Estiró un poco las piernas tras 7 horas de viaje y me pidió que le contara mientras tanto los tres mensajes básicos que interesaba dejar claros en la presentación. Hizo una exposición brillante, con el punto extra de pasión de los pastores de raza de Teruel.
Siempre parecía distraído mientras que le contabas cualquier cosa. Tenías la sensación de que mientras escuchaba estaba repasando de forma paralela la liquidación de la cooperativa de la que era presidente, la asamblea de la noche anterior con los jóvenes de UAGA o el necesario cambio de ruedas del tractor para afrontar la sementera. Pero al final, salía a escena y sorprendía a todo el mundo con su discurso audaz y preciso. Tras su aspecto de joven desenfadado se escondía un erudito en Política Agraria Comunitaria. Tenía tanta verdad que le hacían falta varios idiomas para contarla.
Tras compartir seis años con Iranzo en Madrid, pude comprobar que ser sindicalista agrario no te hace mejor persona pero ser una buena persona si te hace mejor sindicalista agrario. La autenticidad no se puede aprender en un máster del IESE, la honradez no se puede inyectar en el ADN y la credibilidad siempre está al margen de presiones políticas y poderes económicos.
No nos olvidemos nunca del medio rural. No nos olvidemos nunca del "espíritu Iranzo". Luchemos para que aquellos que siempre tienen los pies en la tierra puedan cumplir de vez en cuando alguno de sus sueños. Luchemos para que nadie más muera tiroteado, de forma cruel e injusta, en un pequeño pueblo de Teruel.
¿Tijera o garrancho?. Esta pregunta marca el paso de la infancia a la adolescencia en La Mancha. La vendimia dejar de ser ese juego de niños que durante el finde se suben al remolque a pisar las uvas y acompañan al tractorista a la cooperativa. Y la liturgia cambia. De un día para otro puedes beber vino en el almuerzo, comer caldillo en el perol y descubrir ese "no-se-qué..." en la hija del capataz. Todo adquiere un nuevo significado; la codiciada rueda trasera del tractor en el cigarro de las 12, la sombra de un remolque, la siesta debajo de una acacia, la versión higiénica de una pámpana, el olor a mosto y ese silencio con moscas.
Y un caluroso 24 de septiembre, a las 16:05h, con el termómetro rozando los 38 grados y el viento de vacaciones en Tarifa, entiendes claramente por qué en medio de una finca de 40 fanegas todos somos iguales. Con la diferencia de que aquellas 8 mujeres búlgaras con las que compartí cuadrilla durante varios años utilizaban el jornal para alimentar y calentar a sus hijos durante el duro invierno en los barrios periféricos de Sofía y yo me lo gastaba en Ron con Coca Cola y libros en La Latina. El sonido del sudor al caer sobre las pámpanas secas te imprime para siempre cuarto y mitad de humildad y una dosis extra de empatía y respeto por los hombres y mujeres que se desplazan miles de kilómetros para trabajar en nuestro campo.
Aprendes que los malos no son tan malos; que los gusanos oxigenan y fertilizan la tierra y las arañas la esponjan. Y que de esa manera la raíz de la cepa se expande, la viña se fortalece y su uva mejora. "Para conocer la verdad tienes que pisar la tierra, no te dejes influir por las opiniones de intermediarios", me aconsejó un viejo viticultor manchego a la hora de sopesar la compra de un viñedo.
Hay veces que pienso que las manchas de vino y mosto son de las más difíciles de quitar porque los recuerdos de las vendimias son imposibles de borrar. Somos lo que vendimiamos, se podría decir de aquellas generaciones de "niños grandes" manchegos que durante la década de los 90 se iniciaron en las duras tareas del agro con apenas 13 años. Estoy seguro de que cada uno, en su pequeño ámbito de actuación, contribuye de forma decisiva a que la normalidad sea un valor en alza para garantizar la convivencia. Hace tiempo que comprendimos que no éramos especiales. Quizá, en el contexto actual, hay una parte de nuestra sociedad a la que le faltan unas cuantas vendimias.
PD: Sí, el niño de la foto soy yo con 7-8 años en medio del viñedo más grande del planeta, La Mancha.
Durante el primer trimestre de 2017 los tractores han vuelto a la ciudad. En el ecuador de la legislatura, los agricultores han salido a la calle en Aragón, Andalucía, Murcia, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, … para mostrar su descontento por la gestión de los diferentes gobiernos autonómicos. Las reivindicaciones y problemas son variopintos, pero hay una cuestión de fondo que comparten: ya no se creen la versión oficial.
Mateo Blay, director de la agencia AGR Food Marketing y uno de los grandes expertos en comunicación y marketing agroalimentario de nuestro país, recomendó hace tres años a la Interprofesional del Ovino y Caprino (INTEROVIC) no hacer publicidad tradicional en el primer año de la campaña para relanzar el consumo de carne de cordero en España porque de nada te sirve publicitar nuevos cortes si cuando el consumidor llega a las carnicerías o lineales de los supermercados no los encuentra. Primero hay que informar y formar a los carniceros para que los conozcan y sepan hacerlos y después llegar a acuerdos con las cadenas de distribución para que les den su hueco en vitrinas y lineales. Sin mencionarlo explícitamente, hablaba de los peligros para la reputación e imagen de marca cuando la brecha entre “promesa publicitaria” y “valor real de la experiencia” es demasiado grande.
Algo similar, aplicado al mundo del marketing político, está pasando en una parte importante de las Consejerías de Agricultura. Consejeros/as que se lanzan a “publicitar” de forma compulsiva nuevas iniciativas, nuevas medidas, nuevas convocatorias de ayudas, nuevos reales decretos, nuevos anticipos del cobro de PAC, nuevas concesiones de agua, ect…, y agricultores que comprueban de forma reiterada como esas “promesas” no se corresponden con el “valor real de la experiencia”. Consecuencias inmediatas: pérdida de credibilidad y confianza y por tanto un grave erosión de la reputación de la marca personal y política.
Marketing político de AYER, Marketing político de HOY
Fuente: blog "No Content, No Brand"
La digitalización de los procesos de comunicación, la generalización del uso de internet y el uso masivo de smartphones han cambiado para siempre los hábitos del agricultor o ganadero como consumidor pasivo de información. Ahora cuenta con infinitas fuentes para contrastar la información “oficial” y dar cumplida réplica. Y no sólo eso, ahora tiene al alcance de la mano compartir en tiempo real con sus iguales todas aquellas disonancias entre “promesa” y “realidad”, desmontando cualquier intento de maquillaje por parte de los responsables políticos agrarios. Lo comentaba en uno de mis post, “Hacia dónde se están desplazando las conversaciones de valor en el sector agrario” y ponía el ejemplo de la gestión de la crisis láctea por parte del Ministerio de Agricultura. Mientras que desde el MAPAMA se empeñaban en lanzar mensajes anunciando subidas de precios y dando por hecho el compromiso de las industrias para garantizar la sostenibilidad de la cadena de valor de la leche, cientos de ganaderos compartían en grupos de whatsapp y redes sociales contratos con condiciones leoninas y con precios muy por debajo de los oficiales.
Javier Regueira, referente en España de branded content y especialista en nuevos formatos para llegar al consumidor del siglo XXI, lo deja muy clarito en uno de sus post: “la única manera de empatizar hoy día con el público objetivo (con el fin de que éste nos prefiera frente a las ofertas alternativas a su disposición) es no defraudarle e intentar entregarle al menos un valor equivalente a lo que le hemos prometido en nuestra comunicación. Esto sería nuestro “Brand Value Break even point”. Al igual que en el break even financiero, el break even de valor de marca (ver gráfico) te permite comenzar a recuperar lo invertido en tu comunicación. Porque si tu público se cree esa comunicación, la misma generará un ROI. Si por el contrario tu mensaje defrauda o engaña, tendrás un ROI negativo”. Traducido al mundo de la política; si cumples lo que prometes tendrás un retorno de la inversión positivo: votos. Quizá no es casual que se utilize la expresión “renovar la confianza” cuando se convocan elecciones.
Del storytelling al storydoing
Hacer más y decir menos. Más información y menos propaganda. Todo ello, aderezado con la máxima transparencia. Quizá son algunos de los ingredientes básicos para recuperar la confianza del campo. Para ello, sería necesario adoptar un perfil bajo en comunicación hasta que se doten a las consejerías de los recursos humanos y presupuestarios suficientes para que el “valor real de la experiencia” esté a la altura de la “promesa” y en algunos casos la supere.
Aviso para navegantes: no es problema de comunicación, es un problema de coherencia y ética. El agricultor puede perdonar que te equivoques, pero no que le mientas. En este contexto, las huidas hacia adelante, vía más notoriedad mediática, suelen tener un efecto boomerang. El mensaje institucional sólo es eficaz cuando el posicionamiento estratégico en la mente del receptor es creíble. No publicitemos “nuevos cortes” hasta que no los tengamos en los lineales. Es la “madre del cordero” para renovar la confianza.
Récord histórico. La cadena de supermercados DIA ha vendido un total de 8 millones de litros de aceite de oliva durante sus dos promociones, (bajo el paraguas de la campaña 'Los preciazos'), puestas en marcha desde el 9 al 22 de junio y del 25 de agosto al 7 de septiembre. El beneficio supera los 17 millones de euros. Esta promoción está siendo investigada por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) por presunta venta a pérdidas tras la denuncia de las principales organizaciones agrarias y la industria oleícola.
¿Qué lecciones podemos extraer de todo ello?
1. Ruido mediático= publicidad gratuita. Lo llevo comentando hace tiempo en el sector agrario pero es como clamar en el desierto. Denunciar públicamente la venta a pérdidas de aceite de oliva y su utilización como producto reclamo amplifica de forma gratuita el alcance de la promoción. El ruido mediático que generamos las organizaciones agrarias es un altavoz que llena el supermercado de clientes. Por supuesto que no hay que dejar pasar NI UNA y denunciar todos los casos de venta a pérdidas antes las administraciones competentes, pero abogo por realizarlas en silencio y, en todo caso, salir a la prensa cuando haya pasado el periodo de la oferta y tengamos confirmación de que se inicia la investigación sobre la misma. De otra manera, contribuimos a mejorar la cuenta de resultados de la cadena en cuestión.
2. Percepción de calidad, talón de Aquiles. Quejarse de lo barato que venden el aceite de oliva refuerza el posicionamiento estratégico y el modelo de negocio de DIA como hard disccount. Sin embargo, en este caso DIA nos ha enseñado (sin pretenderlo) que su talón de Aquiles reside en la percepción de calidad de sus productos. ¿Calidad y precio están tan cerca?. Que haya dudas razonables sobre la calidad del aceite de oliva que se oferta a un precio muy por debajo de costes de producción ( 2,49€/kg según datos del propio Ministerio de Agricultura) les ha obligado a salir a defenderse (pocas veces han emitido una nota de prensa antes denuncias de venta a pérdidas), porque la desconfianza es lo peor que le puede pasar a una empresa que cotiza en bolsa ( de hecho el 15 de julio, tras la portada de El Economista “Agricultura investiga si DIA adultera el aceite” cerró el día en negativo). Además, de demostrarse, esta cuestión si podría pasar factura a nivel de cuota de mercado.
3. El esfuerzo de la Interprofesional del Aceite de Oliva español, en saco roto. Banalizar la imagen de un producto diferenciado y de alto valor añadido como el aceite de oliva, tirando su precio como gancho comercial para atraer clientes, atenta directamente contra el posicionamiento estratégico del mismo en los mercados internacionales. De nada sirven campañas promocionales para posicionar el aceite de oliva español como el mejor del mundo si hay agentes en el sector que entran en el juego de estas cadenas de supermercados. Cada GRP que paga el sector para aumentar la percepción de valor del aceite de oliva español multiplica la eficacia de estas promociones porque cadenas como DIA vampirizan la imagen de marca del aceite de oliva para ofrecer “más por menos”.
4. Accionistas, público objetivo prioritario. Si la nota de prensa en la que sacan pecho por los millonarios beneficios de su ofertón se interpreta desde la óptica del sector productor, uno puede pensar que su comportamiento está siendo poco ético y chulesco. “Tiran por tierra la imagen de un producto emblemático de la dieta mediterránea y encima se jactan de ello” habrá pensado más de uno. Han vuelto a confirmar que molestar es rentable. Sin embargo, el público objetivo prioritario de esa nota no es un olivarero de Jaén, son sus accionistas. Tras el comunicado sobre los beneficios de la oferta de aceite (13 de septiembre), la cotización de DIA abandonó la tendencia negativa y ha encadenado dos días de subida:
5. En alimentación la confianza no tiene precio, pero sí un coste. Necesitamos más pedagogía en el sector agrario para explicar a los consumidores que si en España podemos disfrutar de una aceite de oliva rico y saludable a un precio razonable es gracias al fuerzo de generaciones y generaciones de olivareros y almazaras que han invertido muchos recursos en buenas prácticas agrarias, innovación y tecnología. Para llegar al “toma pan y moja” el proceso ha sido largo y costoso. Una vez más, el consumidor tiene que saber que lo barato puede salirnos muy caro. Y no sólo eso; tal y como señala el profesor de Dirección Comecial del IESE, Jose Luís Nueno, en su libro "El perfil del nuevo consumidor", DIA utiliza los frescos y su marca propia como motor de atracción de cestas más grandes mientras que construye su rentabilidad a través de las marcas nacionales que ofrecen. "Si el precio de mercado es 100, en DIA el precio de las marcas líderes es 136 y el de la marca propia 80", apunta Nueno. En síntesis, vas por el aceite de oliva DIA y en el Cola Cao, el bote de Fanta o el atún Calvo, pagas con creces el descuento de la misma. No me digan que, a tenor de estos datos, no tiene su punto de ironía que la campaña que ha supuesto beneficios récord para DIA la hayan llamado "Quincena de los Preciazos".
Pues eso, que el consumidor en un libre mercado decida libremente pero con TODA la información.
“Lo bello del desierto es que en algún lugar esconde un pozo”. El Principito fue el primer libro que me regalaste. Recuerdo que te pregunté que si esa frase se refería a La Mancha porque en aquellos tiempos casi todos anhelaban 20 fanegas de viña con casa y pozo.
No era necesario viajar a desiertos muy lejanos para comprobar los rigores de un verano extremo. La época de siega y esos campos de Castilla, a punto de ebullición, despojados de cualquier concesión a un verso de Machado, convertían la sombra de un remolque en un pedacito de cielo en la tierra. Tras apoyar la espalda en una de las ruedas, el silencio. Esos silencios que sólo entienden los hombres y mujeres del campo. Secos y ensimismados. Interrumpidos de forma puntual por el sonido de una cerveza helada a su paso por la garganta. Nunca he vuelto a escuchar ese garganteo en ningún lugar del mundo. Debería ser declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: el primer trago de una cerveza helada durante un día de faena en el campo a 40 grados. Incluso en alguna ocasión, mientras disfrutaba de esos momentos, fantaseaba con la idea de cada sombra de remolque fuera un espacio patrocinado por Mahou 5 estrellas.
Tuvo que ser un manchego el que elevara estos momentos a la categoría de arte. Hiperrealismo lo llamaron. Antonio López le quitó pomposidad al término y lo dejó en un intento de reflejar lo cotidiano sin la parte de vulgaridad que siempre lleva aparejada la realidad. Y eso requiere paciencia y quietud. Difícil en la era google, en la que casi todos queremos millones de respuestas en apenas 0,36 segundos.
Todo ha evolucionado mucho desde entonces. Ahora, una familia numerosa puede pasar una semana de vacaciones dentro una cosechadora de última generación y verse sólo para cenar. Sin embargo, la queja por los bajos precios del cereal sigue siendo marca de la casa. Con la diferencia de que, ahora, una campaña corta ya no te asegura unos precios al alza. Mientras que un cerealista de Corral de Almaguer se queja amargamente en el bar de la plaza, en Chicago un agente de bolsa acaba de reservar una suite con vistas y un par de prostitutas de lujo para celebrar los miles de dólares que ha ganado a su costa en el mercado de futuros de materias primas agrícolas.
Ya ves, allí no separan el trigo de la paja y les va bien. Lo denominan globalización financiera, una especie de casino a gran escala en el que se pueden amasar verdaderas fortunas sin llenarte las botas de polvo: 8 de cada 10 agentes bursátiles que negocian con cereales no quieren hacer pan. Tercera persona del plural del verbo especular.
Se supone que teníamos que producir para las personas no para los accionistas. Hay veces que yo tampoco entiendo nada. Cuando me pasa eso, busco una buena sombra, pido una cerveza bien fría y llevo al extremo eso que decía Rilke; la verdadera patria del hombre es su infancia.
- El contexto general
- En 2015 ha bajado por primera vez la participación de los españoles en redes sociales: su uso
ha caído un 2,4%, del 67,1% al 64,7%, según el informe “La Sociedad de la Información en España 2015” de la Fundación Telefónica.
- El usuario interactúa escasamente: sólo el 4,7% genera contenidos para las marcas a las que siguen, y apenas el 20,5% las sugiere o recomienda, según el “IV Estudio de la actividad de la marcas en redes sociales” de IAB Spain".
- El año pasado, España consolidó su liderazgo europeo en grado de penetración de 'smartphones', con un 81% de teléfonos inteligentes sobre el total de móviles, lo que supone diez puntos por encima de la media, después de crecer cinco puntos en 2015.
- El acceso a Internet se hace "cada vez más móvil". Por primera vez el tiempo de acceso a medios digitales utilizado en dispositivos en movilidad (smartphone+tablet) supera al empleado en el PC (53% frente a 47%).
- Si en 2011 pasábamos apenas 46 minutos con nuestro móvil, actualmente dedicamos 3 horas y 18 minutos.
- El 90,9% de los usuarios de Internet en España utiliza Whatsapp.
- La realidad agraria
Por las propias características del trabajo en el campo, el profesional de la agricultura o la ganadería no tiene acceso durante su jornada laboral a un punto de conexión fijo a internet. El sector no ha estado ajeno al uso generalizado de los smartphones en España, situación que ha favorecido que se reduzca la brecha digital entre medio urbano y medio rural. Un porcentaje significativo de agricultores y ganaderos han navegado por primera vez en internet a través de un móvil inteligente. Son los llamados "mobile only user", un nuevo concepto utilizado en el mundillo del marketing digital para definir a los usuarios que no navegarán prácticamente nunca desde un PC.
La incorporación de los activos agrarios a las redes sociales ha sido más lenta que la del resto de sectores. Twitter no es demasiado popular en el campo y me atrevería a decir que tan sólo un 2,5%-5% del total tienen perfiles activos (los más innovadores o "early adopters" en la terminología utilizada por el padre de la teoría de la difusión de las innovaciones, Rogers). No se ha producido el salto de los más innovadores a la mayoría precoz (en torno al 35%), paso imprescindible para que una innovación se empiece a generalizar entre un grupo social determinado. En facebook si se ha producido ese salto y es una de las redes sociales en las que el número de perfiles de agricultores y ganaderos ha experimentado una gran evolución. Grupos de facebook como "Agricultura Española" cuenta en la actualidad con más de 30.000 miembros, "Agricultores por unos precios justos", con 12.200 y, coincidiendo con la crisis láctea, grupos relacionados con este sector "Yo consumo leche de ganaderos lácteos españoles" (4.500 seguidores) y "Ganaderos Lácteos Unidos" (3.400) han crecido de forma notable.
Sin embargo, estas cifras distan de un uso masivo por parte del conjunto del sector agrario. La verdadera incorporación de los profesionales agrarios a la conversación 2.0 se ha producido gracias al desarrollo de las aplicaciones de mensajería instantánea y entre ellas, la más popular, whatsapp.
WhatsApp ha conseguido lo que no han logrado Twitter o Facebook: que un agricultor de más de 55 años use una aplicación en el móvil que no sea la de llamada, (ojito: en España casi 6 de cada 10 agricultores están por encima de los 55 años). Esta tendencia conecta con la evolución del comportamiento de los usuarios en el ámbito digital. Las conversaciones tienden a ser cada vez más privadas. ¿Es posible que tienda a decrecer el volumen de conversaciones en abierto a raíz de un mayor uso de las aplicaciones de mensajería?.
Genís Roca, uno de los grandes expertos en transformación digital de nuestro país, lo explica claramente en una reciente entrevista en El Periódico de Cataluña: "Estoy convencido que la etapa social de redes (Facebook, Twitter, Instagram…) que vivimos ahora mismo es efímera y pasajera. Hemos detectado que cada vez queremos estar menos expuestos públicamente, tenemos mucho más sentido común y criterio. La red se vuelve a cerrar y las conversaciones ya vuelven a ser privadas. La época del striptease digital ha pasado, lo hemos corregido. Las conversaciones de Whatsapp ganan la batalla a la vida pública explicada en Facebook o Twitter. Ahora apostamos más por los mensajes privados. Y si te digo algo en Twitter es porque quiero que se sepa y hacer 'marketing".
3. Una red de "agro-redes" profesionales, segmentadas y privadas.
Por mi trabajo estoy todos los días en contacto con decenas de agricultores y ganaderos y no pierdo ocasión para intercambiar con ellos impresiones sobre nuevas formas para mejorar la comunicación con el sector en base a sus rutinas diarias. En muchos casos me han permitido acceder a sus móviles para ver el tipo de grupos de whatsapp en los que participan.
Hay sectores en los que las listas de difusión son tan multitudinarias que, en cuestión de segundos, se puede llegar con un mensaje a un porcentaje elevado de los activos agrarios reales que forman parte del mismo. El grado de vertebración de las principales organizaciones agrarias ayuda a la hora de crear grupos segmentados de forma sectorial y geográfica en torno a los profesionales agrarios más influyentes en cada comarca, favoreciendo así la viralidad de los contenidos de grupo en grupo. Hay conversaciones muy jugosas sobre productos más eficaces para el tratamiento de una plaga, rendimientos de variedades de semillas, fiabilidad de las distintas marcas de tractores, entidades bancarias que "mejor" tratan a los profesionales del campo.. y así decenas de hilos de conversación relacionados con la gestión profesional de una explotación agraria. Se ha creado una red de redes informal de profesionales agrarios que se congregan en un espacio privado para intercambiar experiencias y conocimientos y algún que otro chiste malo.
Además, ese cambio de escenario tiene sus efectos a la hora de modelar la opinión del sector en cualquier situación de crisis. La gestión de la "crisis láctea" en materia de comunicación lo ilustra claramente: mientras que el Ministerio de Agricultura se empeñaba en "vender" en los medios de comunicación tradicionales que el acuerdo para la sostenibilidad del sector lácteo estaba mejorando precios, centenares de ganaderos de toda España intercambiaban contratos reales en grupos de whatsapp que desmentían esa afirmación.
Hay una revolución silenciosa en la comunicación del sector agrario que puede suponer un cambio radical en la manera en que administraciones públicas, empresas, cooperativas, organizaciones agrarias y prensa especializada se comunican con los agricultores y ganaderos profesionales. El marketing y la comunicación a través del móvil no es nuevo. Los envíos de SMS a móviles de clientes informando sobre ofertas, promociones o iniciativas de la empresa se han dado desde hace años. Sin embargo, la expansión de Whatsapp modifica el canal y, en parte, las reglas.
La digitalización del campo está en marcha. Quién no ajuste sus estrategias a este nuevo escenario puede volverse totalmente irrelevante.
Quiero que seas la leche. Que hagas un buen uso de tu libertad. Porque, como dice Javier Gomá, ese es el verdadero significado de la elegancia. Con barro en las botas y frio en las manos. Sin trajes a medida. Sin postureos en interminables escalinatas ministeriales que te llevan al abismo.
Quiero que seas la leche. Que no brindes por un futuro sin cuotas, un neoliberalismo salvaje y una tubería a Pekín, sin un análisis serio, sereno y sensato. Bruselas tiene el embrujo de su manneken pis: te dirán que llueve, pero en realidad te estarán meando.
Quiero que seas la leche. Que mires más allá de tu concejo. Que no te adentres en los terrenos de la vulgaridad y el hastío. Que utilices el exceso de proteína para crecer juntos. Que ser ganadero sea un trabajo en equipo y no una cruzada individual. Que no sobre ninguno.
Quiero que seas la leche. Que sirvas el desayuno en bandeja a los 47 millones de españoles. Que salgas al mundo y le cuentes lo que haces por él. Sin victimismos. Con la seguridad y el aplomo de los que alimentan el futuro.
Quiero que seas la leche. Que si mueres en la orilla, al menos te quede el consuelo de que allí es más fácil soñar... como si fueras el último estribillo de Manolo Tena.
Cada mes, 65 explotaciones lácteas se ven obligadas a echar el cierre en España. Hoy quedan tan sólo 16.000 ganaderos en nuestro país.
El conocido periodista estadounidense Jeff Jarvis, gurú de la comunicación digital y uno de los 100 líderes más influyentes en medios de comunicación según el Foro Económico Mundial de Davos, analiza en su lúcido ensayo "El Fin de los medios de comunicación de masas" cómo serán las noticias del futuro y los nuevos modelo de negocio para la prensa digital. En uno de los capítulos disecciona lo que denomina el modelo "New Jersey", una iniciativa impulsada por él y sus colegas de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Nueva York (CUNY )que pretende crear un nuevo ecosistema informativo en ese estado.
El proyecto parte de una investigación realizada en el Tow-Knight Center de la CUNY en 2014 reproduciendo un mercado del tamaño de New Jersey. Tras el análisis de los resultados descubrieron que la especialización puede ser un gran negocio. Jarvis comenta que encontraron desperdigados numerosos blogs hiperlocales que cubrían ciudades o barrios enteros, y que cada uno hacía la guerra por su cuenta. Como especialistas estas iniciativas eran eficientes, pero apenas era suficientes para cubrir todas las necesidades de una comunidad. En palabras de Jarvis, "se requerían otras entidades mayores para complementar, aportar calidad y ampliar la cobertura, la distribución y la publicidad". Estas entidades adicionales pueden ser eficientes y sostenibles, porque juntas, grandes y pequeñas, pueden beneficiarse unas de otras si aprenden a colaborar". En el ensayo habla de que estas entidades pueden incluir nuevos medios informativos, instituciones tradicionales reformadas, centros de investigación sin ánimo de lucro, especialistas en diferentes temas, empresas, etc.... Todos ellos unidos, compondrían el nuevo ecosistema informativo, en este caso de New Jersey.
En muchas industrias las antiguas compañías organizadas verticalmente, (que operaban casi como oligopolios), están siendo cuestionadas y sustituidas por ecosistemas construidos sobre tres capas. Plataformas, que es la base que hace posible que las Iniciativas Empresariales empiecen y funcionen con menos capital y menos riesgo, y Redes, que llevan a esas iniciativas a la masa crítica para compartir recursos. En el caso del modelo New Jersey, Jeff Jarvis apunta que plataformas, como Google, WordPress, Twitter, Facebook, etc.., hacen posible que exista una amplia gama de iniciativas empresariales , ( blogs o medios especializados), que ahora se agrupan en redes para compartir audiencia, publicidad, tecnología, formación y otros servicios.
Ecosistemas informativos agrarios en España.
En los últimos años han surgido numerosos medios de comunicación digitales especializados en información agroalimentaria:
www.agronewscastillayleon.com, www.agrodiario.com, www.agroalimentariaclm.com, www.diariodelcampo.com, www.agroextremadura.com, www.agrodiariohuelva.es, www.campogalego.com, www.joseantonioarcos.es, www.euroganadería.com
(Seguro que me he dejado alguno). De forma paralela, también han proliferado los "agro-bloguers", ( Jorge G. Opazo ha realizado una completa recopilación de los más visitados en su interesante blog www.lahuertadigital.es ).
La situación de partida es muy similar a la que describe Jarvis en su ensayo sobre el ecosistema informativo de New Jersey. Muchos sitios webs, con recursos limitados, luchando cada día en solitario para conseguir tráfico y publicidad. La buena noticia es que casi todos están especializados en información agraria de un área geográfica determinada: www.agronewscastillayleon.com en Castilla y León ( al menos en sus inicios), www.agrodiario.com, zona de Levante (Murcia, Alicante y Almería, Granada y Valencia), www.agroalimentariaclm.com Castilla La Mancha, www.diariodelcampo.com Aragón, www.agroextremadura.com Extremadura, www.agrodiariohuelva.es Huelva, www.campogalego.com Galicia y www.joseantonioarcos.es, casi todas aquellas regiones españolas con una significativa producción hortofrutícola. Por lo tanto, podrían ser complementarios a la hora de afrontar cualquier tipo de colaboración al estilo del modelo New Jersey.
El secreto de la supervivencia.
El Center for Entreperneurial Journalism ha llevado a cabo investigaciones empresariales para beneficiar a todas las entidades que forman parte del ecosistema New Jersey. En la investigación, coordinada por el profesor de la CUNY, Chris Anderson, se llegó a la conclusión de que la redes son necesarias para la supervivencia y el éxito de los miembros del ecosistema; pero las redes necesitan líderes. Estos líderes pueden ser fundaciones o Universidades, pero deberían incluir también a grandes medios de comunicación tradicionales ( en el caso de la prensa agraria española, Editorial Agrícola Española o Grupo Eumedia ), que pueden encontrar una nueva vida, un nuevo crecimiento, nuevas audiencias y una nueva rentabilidad, al reunir a los miembros de sus ecosistemas informativos en redes formales. En este sentido, ya se han apreciado algunos movimientos en el sector. A finales de 2015, Editorial Agrícola Española anunciaba un acuerdo de colaboración con Agronews de Castilla y León. Según recoge la nota de prensa emitida "este acuerdo supondrá el trabajo conjunto en acciones directas en Castilla y León, comercialización conjunta de espacios comerciales y edición de publicaciones agroalimentarias".
En España, la plataforma de comunicación colaborativa especializada en el sector agroalimentario, Red CHIL, está ayudando a muchas pymes, organizaciones y expertos del sector a impulsar su transformación digital mediante el diseño y puesta en marcha de portales, webs, apps y blogs. La plataforma CHIL está promovida por la Universidad Politécnica de Madrid y cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, y en breve presentará la nueva versión de su portal de transferencia de conocimientos "www.chil.org". Es una herramienta a tener en cuenta porque, según apunta Jarvis, reúne todos los requisitos para crear ecosistemas informativos de alto valor añadido: una Plataforma tecnológica, como base que hace posible que las iniciativas empresariales empiecen y funcionen con menos capital y menos riesgo, y Redes, que llevan a esas iniciativas a la masa crítica para compartir recursos.
Uno de los grandes problemas que señala el experto estadounidense a la hora de forjar un ecosistema es que no haya suficientes nodos para construir una red que funcione plenamente.Esto lleva a un nuevo y necesario papel para los miembros que impulsen el ecosistema: la incubación, el cultivo del ecosistema para animar a nuevos profesionales a crear sus propias "empresas". "Por su propio interés las entidades existentes tienen que animar, contratar, formar y apoyar a sus nuevos colegas en el ecosistema. Cuántos más nodos haya en la red más valiosa será para todos", subraya Jarvis. Cuantos más blog híper-especializados haya para informar sobre un cultivo concreto en una región específica, menos cobertura tendrán que ofrecer los grandes medios agrarios y podrán centrarse más en informaciones e investigaciones a gran escala. Cuanto mayor sea el ecosistema, mayor será la audiencia que puedan tener los grandes anunciantes que quieren llegar al 100% del mercado agrario.
¿Por qué no ofrecer a profesionales experimentados y fiables que se han quedado en el paro la posibilidad de montar nuevas microempresas?. Démosles una plataforma tecnológica y una distribución asegurada, así como una base de ingresos publicitarios, hasta que logren masa crítica. El objetivo: un ecosistema informativo más grande, mejor, más rentable y sostenible, para servir a la comunidad agraria. La New Jersey News Commons fichó a blogueros dedicados a informar a las comunidades arrasadas por el huracán Sandy concediéndoles subvenciones iniciales y formación, financiadas por Dodge y knight. En el área que nos ocupa, se me ocurren decenas de iniciativas en este sentido. Por ejemplo, en situaciones como la gran riada del Ebro que el año pasado anegó miles de hectáreas de cultivo y diversas explotaciones ganaderas, se podría haber creado un blog específico para informar a los agricultores afectados, financiado por alguna empresa de seguros agrarios. O crear una website específica, al estilo de "www.quecochemecompro.com", para ayudar a los profesionales del campo a elegir su nuevo tractor. A nivel comercial, es muy sencillo imaginar qué empresas podrían ser las más interesadas.
Imagino que no es fácil cambiar la dinámica de años. Supone un cambio en la cultura de los medios de comunicación: de la creación y distribución de contenidos a proporcionar servicios que ayuden a nuestro público objetivo a cubrir sus necesidades y cumplir sus objetivos. Bien es verdad que los grandes grupos de comunicación agroalimentaria ya no son meras empresas editoras de revistas, sino más bien agencias de comunicación especializadas en el sector que ofrecen todo tipo de servicios. Es el caso de Eumedia con el desarrollo de Gaia Comunicación o el grupo liderado por Ricardo Miguelañez con Agrifood Comunicación. Editorial Agrícola también ha orientado su actividad más allá de la edición de revistas especializadas y está experimentando un gran crecimiento en la organización de seminarios y jornadas, elaboración de productos audiovisuales y desarrollo de nuevos proyectos y campañas como "Conocer la Agricultura y la Ganadería".
Con este post sólo pretendo abrir un pequeño espacio de debate y reflexión en torno al futuro del periodismo agroalimentario. Soy consciente de que la realidad es mucho más compleja. Espero vuestros comentarios y opiniones. Estoy seguro de que nos quedan por escribir las páginas más brillantes de la historia del periodismo agrario.
"Vamos a echar nuevas raíces, por campos y veredas, para poder andar"
Labordeta
Calienta que a vas a salir. Hay que darle la vuelta al resultado. En los próximos 30 años necesitamos producir un 70% más de alimentos. Estás convocado para alimentar al mundo. Sí, a esos 9.000 millones con los que compartirás terreno de juego en 2050. Un terreno, que cada vez es más escaso.
Con la mayoría de tus compañeros pidiendo la hora, (durante la próxima década, 6 de cada 10 agricultores españoles entrarán en edad de jubilación), el relevo generacional es una necesidad vital. Es el momento de poner en valor el campo que más importa, de los titulares indiscutibles en la explotación, de abrir espacios, de hacerle “un cañito” a los tópicos, de los cambios de juego con GPS y big data y de la innovación.
Es el momento de subirse al tractor, correr la banda y echar los surcos derechos. De juntar líneas para defender mejor el precio de tu trabajo, del juego en equipo, del “tiki-taka” agrario.
Es el momento de la calma y la sencillez del que siempre madruga. De un mar de sirenas al amanecer, de las transfusiones de savia nueva al medio rural. De un nuevo tiempo, en el que ser de pueblo valga el doble fuera de casa, como los goles en “Champions”, y en el que la dignidad del agro vaya más allá de los pinceles de Antonio López y el término campechano.
Llegó la hora de los jóvenes que tienen los pies en la tierra pero sus sueños se elevan por encima de cualquier dron. A ese cielo, que como decía Delibes, es tan alto porque los agricultores lo han elevado de tanto mirarlo. ¿Estás preparado/a?
Para que ningún joven se quede fuera de juego, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco y la Red Rural Nacional a través de su Plan de Acción, cofinanciado por Feader, dedican su V Foro Nacional de Desarrollo Rural a analizar los retos presentes y futuros de los jóvenes agricultores. Durante tres días (15-16-17 de Febrero), en el marco de la FIMA, (Feria Internacional de Maquinaria Agrícola de Zaragoza), profesionales del sector compartirán experiencias personales y casos de éxito, entrelazadas con ponencias de expertos del ámbito público y privado.
Para conocer las preocupaciones actuales, desde la organización se está colaborando activamente con jóvenes agricultores/as y ganaderos/as a través de reuniones y un foro virtual creado al efecto. ¡Participa y enriquece el debate! Estás convocado.
Prepara el terreno. Voltea el pasado en profundidad. Elimina restos de relaciones anteriores para que cuando crezca lo nuestro no compitan por el espacio y la luz. Corta de raíz. Mete vertedera y chisel. Las malas hierbas autóctonas crecen más rápido que un nuevo cultivo. No te quedes en la superficie. Oxigena. Intenta que el lecho de siembra sea mullidito y esponjoso. Fácil, muy fácil, para que cuando germine nada pueda obstaculizarlo.
Saca a la luz todas tus mierdas. El estiercol es básico para nutrir la confianza. Pero cuidado; no te lances si no hay agua y el clima no es el más adecuado. Sin humedad y calor no crece nada.
Mientras tanto, observa en silencio; es imprescindible para hacer cosas memorables. No intentes modificarme geneticamente para combatir mis hábitos y costumbres. Al final, en el mejor de los casos acabaré generando resistencias y, en el peor, una enfermiza dependencia. Los vinos más auténticos son los que reflejan el verdadero carácter del terroir.
No me pidas certidumbres. Habrá épocas de sequía, momentos en los que te deje helado/a, alguna que otra plaga de enfados, y miles de adversidades que limitarán nuestro crecimiento. Tranquilo/a, si la tierra es fértil todo vuelve a brotar. Y si no, los tratamientos preventinos suelen ser la práctica más efectiva: hazme sentir cada mañana que soy la parcela más importante de tu vida.
"¿Y cómo sabré que lo nuestro está en el punto óptimo de maduración?". Simplemente lo sabrás. Los agricultores son los verdaderos sabios de la tierra.
Nos empeñamos en ser los mejores cuando quizá es más efectivo ser los adecuados. Nos empeñamos en hacer comunicación de marca, cuando lo que falta es comunicar “momentos de consumo”. Nos empeñamos en hacer descripciones de nuestros vinos para Másters of Wine, obviando que la mayoría tiene serias dificultades para diferenciar un crianza de un reserva. Nos empeñamos en hacer publicidad tradicional, cuando tendríamos que impactar con acciones innovadoras en el punto de venta.
Nadie va a comprar una botella pensando en que le recuerde a frutos rojos y regaliz o que tenga una fina acidez, de paso ligero, casi acuosa. Si no eres consumidor habitual, vas porque tienes una cena con amigos, una comida en casa de tus suegros o una cita con alguien especial y quieres quedar bien. Y en un alto porcentaje, tomamos la decisión frente al lineal. Pero llegas y te encuentras esto:
A excepción de las cuatro o cinco bodegas que tiene capacidad para fijar su marca y posicionamiento en la mente del consumidor, el resto sale a competir a un mercado hiper-saturado. La última edición de FENAVIN es un claro ejemplo de ejemplo: 1.633 stands y en cada uno de ellos varias marcas. Tras recorrer los 30.000 metros cuadrados del recinto ferial, te dejarán huella un par de vinos que en 15 días difícilmente recordarás.
Lo dijo muy clarito Salvador Manjón, director de la Semana Vitivinícola, en el foro organizado por la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de España (APAE) en Fenavin. Que seamos un país con una larga tradición vitivinícola no significa que tengamos cultura del vino. Necesitamos educar y formar al consumidor con información útil (de aplicación práctica) y relevante (justo en el momento que la necesita), no interrumpirlo con un mensaje publicitario, muy similar al resto de miles de marcas que compiten por su atención y su dinero.
Imaginen por un momento que su bodega llega a un acuerdo con una gran cadena de distribución para costear un experto independiente en aquellos supermercados que tengan mayor nivel de venta de vinos. El consumidor recibe un servicio de asesoramiento y la marca aporta valor real (información útil y relevante). Y todos contentos porque se aumenta el grado de satisfacción del cliente. Vienen de vacaciones tus amigos (que por la coyuntura actual han tenido que irse a trabajar a Londres) y quieres recibirles con un delicioso arroz a banda en tu casita de la playa, un 25 de julio a las tres de la tarde. No quieres gastarte más de 5 euros por botella. “No se preocupe caballero, necesita un vino fresco, de marcado estilo mediterráneo, pero al mismo tiempo con capacidad para sorprender a los invitados. Entre todos estos blancos, le recomiendo “Vergel” de La Bodega de Pinoso. Un caldo ecológico de la DO Alicante, que ensambla perfectamente la típica variedad autóctona Airén, cultivada en viñas viejas (con apenas 500 gramos de producción por cepa en secano), y la prestigiosa Sauvignon Blanc. Para que usted lo entienda. Es como un cambio de juego de Xavi Alonso: elegante, preciso y refrescante, con capacidad para hacer “marca España” en los mercados internacionales”. Quizá no es el mejor vino blanco del mundo, pero es el más adecuado para ese momento de consumo. ¿Qué recordarás más y mejor; una recomendación gratuita, clara y sencilla, que ha enriquecido una experiencia gastronómica ligada a las emociones del reencuentro con amigos o un spot de 30 segundos, que interrumpe tu serie favorita, y se entremezcla con el nuevo modelo de AUDI, unas galletas con omega3 y un comparador de seguros?.
Todo el mundo, en todas partes, está deseando vivir emociones. Experiencias únicas que se acomoden en tu memoria para siempre. Que te hagan tratar de usted a la rutina por un momento. Nadie reserva una "escapada enoturística con encanto" para ver depósitos de acero inoxidable y bombas de presión centrífuga. Y sin embargo, casi todos los propietarios de bodegas se empeñan en seguir dedicando una generosa parte de la visita a enseñar su flamante maquinaria.
Es algo básico para reducir riesgos en la elaboración de vino. Bodegas con la última tecnología para que nada pueda fallar: recepción de la uva, fermentación, almacenamiento y conservación de los caldos. Tras el proceso de modernización de las últimas décadas, cualquier cooperativa o bodega que se precie ya cuenta con depósitos de acero inoxidable, fermentación controlada, embotelladoras de última generación, barricas nuevas de roble americano y francés, etc... Se podría decir que en cuestiones vinícolas la tecnología es una commodity. Básica, pero insuficiente para que la visita a tu bodega se quede grabada en la mente del potencial consumidor. A la cuarta, te sientes como Bill Murray en el Día de la Marmota. Cuando todos intentan superar a su competencia utilizando la misma receta, nadie llega a buen puerto. Más aún, en un mercado tan saturado como el del vino: sólo en España, unas 4.500 bodegas y 15.000 marcas registradas.
Lo definió muy bien Kevin Roberts, prestigoso CEO mundial de la agencia Saatchi & Saatchi y autor del exitoso libro sobre el branding del futuro "Lovemarks": "Para que las grandes marcas puedan sobrevivir, necesitan que la lealtad que se les profesa vaya más allá de la razón. Solo así podrán diferenciarse del resto de marcas insulsas y sin futuro. La solución se encuentra en crear productos y experiencias capaces de crear vínculos emocionales profundos y duraderos con sus consumidores. El secreto de su supervivencia está en el misterio, la sensualidad y la intimidad".
Una visita a una bodega reúne todos esos ingrendientes. Por muy orgulloso que estés de tu nueva despalilladora-estrujadora de última generación, eso no te hará memorable. Enseña aquello que te hace único, que no te pueden copiar, esa ventaja diferencial que puedes mantener en el tiempo. Sal de la bodega al viñedo; las características de clima y suelo no se pueden imitar. Cuando cae la tarde, cuéntales tu historia sobre el terreno, con una copa de vino en la mano y con un queso de la zona como gran anfitrión. Las emociones son un recurso ilimitado. Siempre están ahí, esperando a que algo o alguien las estimulen con nuevas ideas, nuevas inspiraciones y nuevas experiencias.
Que usted abra la nevera, coja el brik y con toda la tranquilidad del mundo prepare un nutritivo vaso de leche para su hijo es algo que forma parte de su rutina pero no es tan habitual en otras partes del planeta (que se le pregunten a las autoridades chinas). En Europa hemos construido un modelo de producción láctea con los más altos estándares en materia de calidad y seguridad alimentaria, controlando la trazabilidad del producto desde la ubre hasta su mesa. Por ello, usted se puede permitir el “lujo” de ser híper-sensible al precio, ya que la salubridad de nuestra leche está más que garantizada.
Para llegar aquí, el compromiso y buen hacer de nuestros ganaderos ha sido vital. Mejoras sustanciales en la cantidad y calidad de la leche, cumplimiento de la exigente normativa higiénico-sanitaria, adaptación de las granjas a las normas de bienestar animal y una gran dosis de esfuerzo y sacrificio personal, han sido requisitos indispensables para que sus niños crezcan fuertes y sanos sin que eso menoscabe la economía familiar. Que un litro de leche cueste menos en el lineal del supermercado que un litro de agua embotellada así lo evidencia
Sin embargo, le tengo que dar una mala noticia. Para llegar a este escenario, los ganaderos se han pasado gran parte del tiempo ordeñando pérdidas. Aunque usted se los imagine con mejillas sonrosadas y entrecejo poblado, no piense que son tontos. Pero durante las últimas décadas han sido otros los que les han impuesto el precio a su producto. Y en la mayoría de los casos de forma ilegal. Por eso, hace unos días la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multó a las principales industrias lácteas con 88 millones de euros por pactar precios y repartirse las rutas de recogida de leche. Y es que apenas una docena de empresas controlan más del 60% de las recogidas. El “paisaje” que dibuja la resolución de la CNMC se asemeja mucho más a la costa siciliana que a los verdes prados de la cornisa cantábrica.
Las cifras son tozudas: en el inicio de la década de los 90 había 140.000 explotaciones lácteas en nuestro país. En la actualidad, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, sólo quedan 18.000. Y menos mal que existen las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), porque si no usted dependería hace tiempo de las buenas relaciones de nuestro Gobierno con otros países para desayunar cada mañana.
Llegados a este punto, todos los eslabones de la cadena de valor láctea deberían reflexionar:
- Los ganaderos tienen que hacer autocrítica. La histórica atomización del sector productor, que no ha podido y en otros casos no ha querido unirse para ganar poder de negociación (léase egos locales de visión reduccionista), supone un lastre para un futuro sin cuotas de producción.
- En el nuevo contexto económico y social, las industrias deberán modificar el verbo con el que enmarcan sus relaciones con los ganaderos; de “imponer” a “cooperar”. El compromiso con los productores debe ir más allá de un ganadero sonriente en la tapa de un yogur. De lo contrario, ese “consumidor rebelde” que ha emergido con fuerza en los años de crisis, (un 25% según el estudio MyWord), les dará la espalda. Belén Barreiro, expresidenta del CIS y directora del estudio lo deja muy clarito: “el consumidor rebelde es especialmente sensible ante las buenas o malas prácticas. No juzga tanto a las empresas por la calidad de sus productos y servicios sino por cómo se comportan en sociedad, el compromiso que mantienen con ella. Y amenazan con abandonar a las marcas legendarias que no sepan reaccionar a tiempo”, caso de Pascual, Danone, Nestlé, Puleva, etc….
- Las cadenas de distribución, en un ejercicio de responsabilidad, deberían dejar de utilizar la leche como “producto reclamo” en sus promociones. Regalar leche banaliza su imagen y supone una presión insoportable a lo largo de cadena de valor que acaba pagando el último eslabón: los ganaderos. La apuesta por el producto local empieza por garantizar un sector agrario rentable.
- Y usted, consumidor, debe ser consecuente con sus decisiones de compra. Caer en la cuenta de que lo anormalmente barato puede salirle muy caro. En cuestiones alimentarias, la confianza no tiene precio pero sí un coste. Y es ahí donde el sector lácteo en su conjunto deberá hacer pedagogía para explicar que con las políticas de precios actuales la cadena de valor láctea es insostenible. En síntesis: la mala leche no beneficia a nadie. Piénselo. Se puede ser muy grande y no abusar. Se llama ÉTICA y en el siglo XXI será una inversión muy rentable.
Uno se da cuenta de que esto de la vida va en serio cuando una gélida mañana de enero, al alba, y sin viento fuerte de levante, un sarmiento escarchado impacta bruscamente en tus narices. En el “gran viñedo del mundo” casi todos teníamos algún “petit terroir” y un padre de inspiración merkeliana al que ayudar los sábados.
El preceptivo paso por el bar a las 7 de la mañana era parte del protocolo. Y allí estaban ellos, los viejos viticultores manchegos, con su café, copa y puro como si levantarse cada día para ir al campo fuera motivo de celebración. Era parte de un guión vital establecido, heredado de sus padres y abuelos, con la diferencia de que ellos nacieron, crecieron y se reprodujeron en medio de una dictadura. Les acabó gustando lo único que pudieron elegir: conseguir el mayor número de kilos de uva de una cepa de vid en una tierra cuyo significado etimológico es “la seca”.
Su pasión, su vida, sus 366 días al año. Su mayor deshonra; un hijo vago, de esos que apoyan el codo en la rodilla mientras vendimian. Su mayor virtud; esfuerzo, sacrificio y pragmatismo abrumador. Acabaron siendo excelentes en la materia, convirtiendo incluso sus escasos ratos de ocio en acaloradas brainstorming vitícolas en torno a una baraja y un tapete verde. Crearon su propio argot al margen de los enrevesados términos agronómicos para describir aquellas plantas más productivas, las técnicas de laboreo y poda más efectivas y el tipo de abono más adecuado. Y solucionaron uno de los problemas endémicos de esta tierra. Con la “fiebre del pozo” se acabaron las recurrentes pérdidas por sequía.
¿Los mejores viticultores del planeta en el mayor viñedo del mundo? Quizá no tanto, pero sí los que supieron optimizar al máximo sus escasos recursos. Los “sin marketing”. Los “CR7 de la viticultura”, (muy productivos, con escasa predisposición para el trabajo en equipo), pero con una imagen de marca de lateral izquierdo peleón de 2ª Regional. Ante el mundo y ante la propia sociedad castellano-manchega.
Se equivocó La Mancha en denostar su esencia, en renegar de sus orígenes, en repetir una y otra vez que la viña era terreno abonado para los más lerdos, en querer contar su historia a través de una obra de gran calidad literaria pero que trasladaba al mundo una imagen de hidalgos locos y labradores ignorantes, en apostar por gigantes imaginarios cuando los de verdad estaban en la tierra. En definitiva, en considerar ordinario aquello que hoy el mercado ensalza como extraordinario y diferenciador: una rica tradición vitícola y el know-how centenario de sus viticultores.
Lo dijo Manuel Vázquez Montalbán, "un pueblo que no consume su vino tiene un grave problema de identidad”.
Dices que, a nuestro modo, los manchegos nunca perdemos la esperanza, esa que nos hace pensar que algún día Dulcinea llamará a la puerta de Alonso Quijano y le dirá que sí. Que si pasas mucho tiempo aquí te vuelves optimista y acabas viendo en un día de lluvia y frio unas gachas con amigos. Que no tenemos imagen de marca pero dejamos huella y que dudas seriamente que ese tal Parker (sí, el de los puntos) sepa realmente la diferencia entre un injerto a puga o a "lo inglés".
Me gustas cuando bebes vino de la Mancha porque estás ocurrente. Porque destacas entre tanto cuñadismo. Porque levantas la mirada del móvil y miras a los ojos, retratando cada momento en alta definición. Me gustas cuando hablas de grandeza en el mayor viñedo del planeta y de cómo en esta tierra la línea del horizonte hace una excepción y se convierte en hilera de cepas de vid. Me encanta cuando esbozas media sonrisa sin venir a cuento porque ya estás cansada de aburridas historias de príncipes azules, pero al mismo tiempo alzas tu copa para brindar por una nueva aventura de caballeros andantes. Y cuando corriges al "experto" de turno sin ningún tipo de rubor: "¿D. Quijote?, más que loco visionario", dónde los tópicos transnochados aún ven vinos peleones en tinajas de barro, hay verdaderos gigantes de acero inoxidable y enólogos que dan la talla".
Hablas de esfuerzo, valentía y humildad. De generaciones de viticultores que trasvasaron la fe en sí mismos al nombre de sus cooperativas, como si desde el inicio confiaran su destino a un milagro... Y que quizá no es casual que la cooperativa vitivinícola más grande de Europa esté en La Mancha y se llame Virgen de la Viñas.
Llegas, como cada 24 de diciembre, y nos recuerdas que no hay "noche-buena" sin Mancha. Aprovechemos esta navidad para recuperar del olvido la segunda acepción de la palabra "mancha" en tiempos de Cervantes: "un gran territorio distinto de los vecinos por alguna calidad que los diferencia de ellos". No todo el mundo puede presumir de tener la Mancha en el expediente.
¡Feliz Navidad!
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